Etiquetas

jueves, 3 de noviembre de 2011

Metro amistad

Hoy cuando iba en metro, se sentó a mi lado una chica de mi edad. La observé durante dos paradas hasta llegar a la mía y durante ese tiempo me pregunté de donde vendría, si estaba cansada, feliz, cómo le habría ido el día...  En definitiva, me apetecía entablar una conversación con ella. Al final las palabras no salieron y nada ocurrió.

Esto me ha hecho pensar sobre la relación entre las personas en un espacio como el metro. Cada día pasamos al lado de tanta gente interesante que podríamos conocer. Pero la vergüenza, educación o simplemente sentido común nos frena. Si lo piensas bien, ¿no te daría miedo que una desconocida se pusiera ha hablar contigo porque sí? Aún así no me puedo quitar de la cabeza a aquel viejete con pinta de simpático, a  aquella madre con sus dos hijos jugando en los asientos, aquel padre tan responsable llevando a su bebé en brazos, etc. ¿Y no sería bonito poder decirle a aquella chica sentada frente a ti que te encanta su gorro? O sus zapatos, esmalte, peinado, gafas, bigote...  Poder decirle a alguien lo bonito/a o elegante que está.

Si lo piensas bien, ¿cuántas magníficas conversaciones metrolianas nos estamos perdiendo por no intentarlo? Habrá que intentarlo por lo menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario